Hay días en los que no sabemos exactamente qué sentimos, solo que algo duele por dentro.
Esta semana, en nuestras redes, hablamos de eso que no siempre se ve pero que sí se siente: la salud emocional.
Y cuando se trata de nuestra familia, reconocer lo que estamos viviendo y saber cómo acompañar a quienes amamos es una forma real de cuidar.
Pedir ayuda no es rendirse, es ser valiente.
Y reconocer nuestras emociones es el primer paso para sanar.
Te compartiremos algunas medidas que puedes tomar en casa recomendadas por expertos, sin que ellas eviten la atención profesional en caso de requerirla.
Cuidar a los demás empieza por cuidar de ti.
Si estás atravesando un momento difícil, habla con alguien.
La ayuda profesional es parte del cuidado integral… y muchas veces está más cerca de lo que crees.