¿Cuándo fue la última vez que revisaste tu vista? Muchas personas creen que solo deben ir al optómetra si “ya no ven bien”, pero la realidad es otra: ¡ver bien no significa estar bien!
El cuidado visual es parte fundamental del bienestar integral, y dejarlo para después puede traer consecuencias que afectan tu calidad de vida, desempeño laboral, aprendizaje… ¡y hasta tu salud mental!
Dolor de cabeza frecuente
Fatiga visual o ardor en los ojos
Alejar o acercar mucho el celular para leer
Entrecerrar los ojos para enfocar
Irritación o lagrimeo constante
En niños: bajo rendimiento escolar, falta de concentración o lectura lenta
Muchos de estos síntomas se confunden con otras causas, y pasan desapercibidos por años.
Si ya usas gafas, asegúrate de que tu fórmula esté al día.
Lentes con una graduación antigua o inadecuada pueden:
Aumentar la fatiga visual
Generar molestias como mareo o dolor de cabeza
Afectar tu postura y concentración en el trabajo o estudio
En Estados Unidos, muchos planes de salud no incluyen cobertura visual… pero existen seguros complementarios accesibles que te ofrecen:
Exámenes visuales periódicos
Lentes actualizados
Cobertura para ti y tu familia