Hay decisiones que parecen postergables… hasta que no lo son.
En EE.UU., donde una emergencia médica puede costar lo mismo que un auto nuevo, la pregunta “¿vale la pena pagar un seguro médico?” no debería tener espacio para la duda. Y sin embargo, muchas personas aún no están aseguradas o tienen planes que no comprenden completamente.
Hoy te vamos a mostrar datos reales, ejemplos cotidianos y razones de peso para que tomes esta decisión desde la información, no desde el miedo.
En la publicación del miercoles Ricky compartió algunos ejemplos que impactaron:
Una noche de hospitalización sin seguro puede costar entre USD $3.000 y $13,000. Con seguro, ese monto puede reducirse a menos de $1,500 o incluso menos si hay subsidios.
Una fractura simple sin cirugía puede costar entre USD $2.500 $5,000. Con seguro, podrías pagar solo un pequeño copago.
Una apendicitis sin seguro supera fácilmente los USD $30,000. Con seguro, tu gasto puede ser menor a $2,000 (incluso menos con deducible ya cubierto).
Y esto no incluye los costos de seguimiento, medicamentos o consultas de control.
Muchos piensan que un seguro médico solo sirve “por si acaso”, pero lo cierto es que cubre mucho más que emergencias:
Salud mental: muchas pólizas incluyen apoyo psicológico y psiquiátrico.
Atención preventiva: vacunas, chequeos anuales, y pruebas importantes como mamografías y colonoscopias.
Acompañamiento nutricional: en muchos estados, ciertos planes cubren guías alimenticias o consultas con nutricionistas.
Cobertura para inmigrantes: si tienes un proceso migratorio abierto, puedes acceder a cobertura con primas muy bajas o incluso $0 al mes, dependiendo de tus ingresos.